7 Junio

“¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina!” (Apocalipsis 19:6).

 

La omnipotencia de Dios significa que puede hacer cualquier cosa que no se contraponga con Sus otros atributos. Escuchemos el testimonio de la Escritura: “Yo soy el Dios Todopoderoso” (Gn. 17:1). “¿Hay para Dios alguna cosa difícil?” (Gn. 18:14). “Yo conozco que todo lo puedes, y que ningún propósito tuyo puede ser estorbado” (Job 42:2 Biblia de las Américas). “Ni hay nada que sea difícil para ti” (Jer. 32:17). “Mas para Dios todo es posible” (Mt. 19:26). “Porque nada hay imposible para Dios” (Lc. 1:37).

Pero debemos comprender que Dios no puede hacer nada que se oponga a Su propio carácter. Por ejemplo, es imposible que Dios mienta (He. 6:18). No puede negarse a Sí mismo (2 Ti. 2:13). No puede pecar porque es absolutamente santo. No puede fallar porque es absolutamente confiable.

Podemos ver la omnipotencia de Dios en Su creación y en la forma que sustenta al universo, en Su providencia, en la salvación de los pecadores y en el juicio de aquel que no se arrepiente. La manifestación más grande de Su poder en el Antiguo Testamento está en el Éxodo y en el Nuevo Testamento, en la resurrección de Cristo.

Si Dios es omnipotente, ningún hombre puede contender contra Él y salir triunfante. “No hay sabiduría, ni inteligencia, ni consejo contra Jehová” (Pr. 21:30).

Si Dios es omnipotente, entonces el creyente está en el lado de los ganadores. Una sola persona con Dios son mayoría. “Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?” (Ro. 8:31).

Si Dios es omnipotente, la oración nos introduce al mundo de lo imposible. Como dice la canción, podemos reírnos de las imposibilidades y exclamar: “Se hará”.

Si Dios es omnipotente, entonces tenemos el inefable consuelo de que:

Cualquier problema el Salvador puede resolver,
Los enredos de la vida Él puede deshacer.
No hay nada demasiado difícil para Él.
No hay nada que Jesús no pueda hacer.

“Cuando mi debilidad se apoya en Su fuerza, todo parece ligero”.

Josue G Autor