¿Te sientes sol@?

¿Te sientes sol@?

…Un poeta español escribió… “Dios mío qué solos se quedan los muertos”

También hemos oído refranes entre muchos “Más vale solo que mal acompañado”.

Sin embargo, en el S.XXI, siglo de las comunicaciones, siglo de aglomeraciones muchos seres humanos han sido invadidos de un profundo sentimiento de soledad, un sentimiento angustiosos, profundo, sufrido.

Al igual que una persona se pierde en el mar o en el bosque pueden una persona sentirse perdida y desorientada en la vida.

Ni el agua del océano nos puede ayudar, tampoco los árboles del bosque nos darán sentido de Orientación.

Hay muchos seres humanos perdidos en medio de nuestra sociedad, y el resto de los seres humanos no nos pueden ayudar. Cuando vivimos en un mundo individualista, egoísta, narcisista y sobre todo, hedonista, no es extraño sentirse profundamente solo.

Cuando hemos sufrido daño y desengaño en las relaciones humanas y hemos sido objeto de burlas, murmuraciones, traiciones… cuando el alma ha sido herida por causa de las relaciones, cuando hemos sido objeto de soberbias, altivos, engañados, aprovechados… y tantas veces nos hemos sentido utilizados nos ocurre como al caracol o la tortuga que son molestados al salir de su caparazón; se introducen de nuevo en él y se quedan allí por mucho tiempo, y tienen miedo a salir.

“La peor de las soledades no es estar solo; es sentirse solo”

Pero hay una salida al sentimiento de la soledad. Hay un remedio que viene del fabricante del ser humano. Porque dice Dios al principio de la creación “No es bueno que el hombre esté solo” (Génesis 2:18)

En el Salmo 107 hay una exposición poética sobre el sentimiento de la soledad y otros.

“Anduvieron perdidos por el desierto, por la soledad sin camino, sin hallar ciudad en donde vivir. Hambrientos y sedientos, su alma desfallecía en ellos. Entonces clamaron a Jehová en su angustia, Y los libró de sus aflicciones. Los dirigió por camino derecho, para que viniesen a ciudad habitable. Alaben la misericordia de Jehová, y sus maravillas para con los hijos de los hombres. Porque sacia al alma menesterosa, y llena de bien al alma hambrienta.”

¿Te das cuenta con qué sencillez y naturalidad Dios resuelve el problema del sentimiento de soledad y la ansiedad? En una de las reflexionas del libro de Eclesiastés:”…Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante”.

Hasta el mismo Jesucristo dijo “He aquí la hora viene, y ha venido ya, en que seréis esparcidos cada uno por su lado, y me dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo”, y un poco más adelante, clamó a gran voz “…Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has desamparado”

Tenemos al Dios-Hombre Jesucristo que sabe lo que es el sentimiento de la soledad, de ser desechado, despreciado, abandonado por los hombres. Él quiere librarte de una menra absoluta de tu soledad porque dijo: “…Yo he venido a buscar lo que se había perdido”

Él te anda buscando. Clama y entrégate a Él.

“…Y si el hijo os libertare, seréis verdaderamente libres y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” y… además, “he aquí yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”, y, si recibes a Cristo en tu corazón Dios te da la potestad de ser hijo de Dios, y serás añadido a la familia de Dios. Y nunca más te sentirás solo ya que Dios es Fiel y te acompañará más allá de la muerte.

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