La gran pregunta

¿Alguna vez te han dicho que tienes que tomar una decisión en cuanto a un asunto?

Es casi seguro que sí. A veces, las decisiones hay que tomarlas ante muchas posibilidades: ¿Qué voy a ser cuando sea mayor?

Las respuestas son numerosas y es difícil decidirse. Es por eso que mucha gente comienza carreras en la universidad que luego no termina. Llega la hora de decidir y hay tantas posibilidades y tan pocas carreras con “salida”… Esa fue mi experiencia al acabar el bachillerato hace unos años. La verdad es que siempre envidié a la gente que desde pequeña tenía claro lo que quería ser…

Otras veces, las decisiones hay que tomarlas ante dos alternativas posibles. En ocasiones, solo hay que decir sí o no. Y en estas decisiones casi siempre están en juego las cosas importantes de la vida. El matrimonio comienza con una decisión de este tipo: “Sí, quiero”.

¿Cuántas veces se habrán lamentado muchos presos con estas palabras?: “Si hubiera dicho que no…”. Finalmente, aunque haya miles de posibilidades no queda otra alternativa que someter la decisión final al último examen: hay que decir Sí o No. Dentro de esas decisiones importantes, en las que definitivamente hay que decantarse entre el sí y el no, lo blanco y lo negro, lo valiente y lo cobarde, lo sensato y lo insensato, la muerte y la vida, hay una decisión que supera en importancia a cualquier otra. ¿Cuál?

La decisión es la misma a la que se enfrentó un político muy relevante hace dos mil años: Pilato. Cuando todos pidieron que se soltara a Barrabás, él pronunció una pregunta: ¿Qué haré con Jesús llamado el Cristo? Esa misma pregunta todavía retumba en este siglo XXI. Ahora no es un gran político quien se enfrenta a esta pregunta, sino tú que lees estas líneas. ¿Cuántas alternativas hay? Sólo dos: Aceptarle o rechazarle. Si eliges rechazarle tendrás que enfrentar esta vida sin su compañía y un día tenerlo como juez. Si te decides a aceptarle, él promete que te perdonará y salvará de tus pecados, que será tu abogado defensor cuando seas acusado y juzgado, que nada te podrá separar de su amor, que te cuidará y te hará una nueva persona capaz de amar a otros y tener metas increíbles en esta vida y que, además, te llevará a su casa en los cielos por la eternidad.

La decisión más importante de tu vida se encierra en esta corta reflexión. ¿Dices a Jesús que sí o que no? ¿Le aceptas o le rechazas? Es tan sencilla y tan fácil la decisión que muchos no la toman en cuenta o no la creen, o la menosprecian; pero yo te animo a que te decidas por aceptarle. Te lo dice alguien que ya tomó esta decisión hace muchos años, y cada día está más contento de haberse decidido por aceptar a Jesús como el Señor y Salvador de su vida. Ignorar es rechazar.

¿Qué harás con Jesús llamado el Cristo? Piénsalo. Lee el artículo en nuestra web:  Escrito por I.Montes. www.jesusontheweb.net

Te queremos animar para estudiar más la Biblia. Para ello te ofrecemos gratuitamente un curso bíblico por correspondencia (por correo postal). Si deseas recibirlo nos puedes escribir a: orientacionesbiblicas@gmail.com, dejar tu comentario abajo o por  WhatsApp 686 81 03 80, dejándonos tu nombre y dirección postal completa. (Oferta válida para los que viven en España

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *