2 Julio

“Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada” (Lucas 10:41-42).

 

María estaba sentada tranquilamente a los pies de Jesús, escuchando Su Palabra. Marta estaba agitada y nerviosa en su servicio, resentida porque María no le echara una mano para ayudarla. El Señor Jesús no corrigió a Marta por su servicio sino por el espíritu en que lo hacía. Aquí se sugiere que las prioridades de Marta estaban equivocadas; no debió haber puesto el servicio por encima de la adoración.

Muchos de nosotros somos como Marta. Somos más bien realizadores y ejecutores, que preferimos hacer a quedarnos sentados. Nos sentimos orgullosos de ser organizados, eficientes y capaces para realizar las cosas. Estamos tan preocupados por nuestro trabajo que nuestras lecturas bíblicas por la mañana se interrumpen a menudo al recordar las sesenta cosas que tenemos que hacer. Nuestras oraciones tienden a ser ajetreadas porque nuestra mente vaga desde Dan a Beerseba, haciendo planes para todo el día. Nos resentimos con facilidad cuando otros no cogen una trapo y ayudan. Sentimos que todos deben hacer lo que estamos haciendo nosotros.

También están aquellos que son como María. Son amantes, en el buen sentido. Sus vidas rebosan afecto por los demás. Para ellos la gente es más importante que las ollas y las sartenes. Una Persona en particular es el Objeto de su afecto. No son perezosos, aunque así nos lo podría parecer a nosotros, los “Martas”. Sencillamente tienen diferentes prioridades.

Apreciamos a una persona que es cálida y amorosa más que a otro que es gélidamente capaz y eficiente. Nuestros corazones se sienten atraídos por un niño que nos colma de abrazos y besos más que por un niño que está tan ocupado con sus juguetes que no nos presta atención.

Alguien ha dicho bien que Dios está más interesado en nuestra adoración que en nuestro servicio; el Novio celestial está cortejando a una novia, no contratando a una sierva.

Cristo nunca pide tal trabajo fatigoso
Que no de tiempo para sentarse a Sus pies
La paciente actitud de expectativa
La ve como un servicio más completo y fiel.

María escogió la buena parte, la cual no le será quitada. ¡Ojalá todos hagamos lo mismo!

Josue G Autor