“Entonces Saúl le juró por Jehová, diciendo: Vive Jehová, que ningún mal te vendrá por esto” (1 Samuel 28:10).
“Entonces Saúl le juró por Jehová, diciendo: Vive Jehová, que ningún mal te vendrá por esto” (1 Samuel 28:10).
“…al descender del monte, Moisés no sabía que la piel de su rostro resplandecía, por haber hablado con Dios” (Éxodo 34:29 BAS).
“Y pensando que estaba entre la compañía, anduvieron camino de un día” (Lucas 2:44).
“Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios… cuando todo lo que tuvieres se aumente” (Deuteronomio 8:11, 13 BAS).
“Orad por los que os ultrajan y os persiguen” (Mateo 5:44).
“El bueno dejará herederos a los hijos de sus hijos” (Proverbios 13:22).
“Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes” (Eclesiastés 5:4).
“Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré, y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso” (2 Corintios 6:17-18).
“Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase” (Génesis 2:15).
“En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:10-12).