“Por la fe entendemos…” (Hebreos 11:3).
“Por la fe entendemos…” (Hebreos 11:3).
“Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él” (Proverbios 23:7).
“Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo” (2 Corintios 5:10).
“…y vosotros estáis completos en él” (Colosenses 2:10).
“No un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo” (1 Timoteo 3:6).
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados” (Romanos 8:28).
“Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado” (2 Timoteo 2:4).
“Luego la aborreció Amnón con tan gran aborrecimiento, que el odio con que la aborreció fue mayor que el amor con que la había amado” (2 Samuel 13:15).
“El viento sopla de donde quiere” (Juan 3:8).
“¿Qué a ti? Sígueme tú” (Juan 21:22).