“¿No tiene el día doce horas?” (Juan 11:9).
“¿No tiene el día doce horas?” (Juan 11:9).
“El hijo sabio alegra al padre, pero el hijo necio es tristeza de su madre” (Proverbios 10:1).
“No tengo yo mayor gozo que éste, el oír que mis hijos andan en la verdad” (3 Juan 4).
“Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él?” (1 Juan 3:17).
“Hay quienes reparten, y les es añadido más; y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza” (Proverbios 11:24).
“Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Gálatas 3:28).
“Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma” (1 Pedro 2:11).
“Y amigo hay más unido que un hermano” (Proverbios 18:24b).
“Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego” (Apocalipsis 20:15).
“No hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. Él me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber” (Juan 16:13b-14).