24 Septiembre

“He experimentado que Jehová me ha bendecido por tu causa” (Génesis 30:27).

 

Labán había experimentado que el Señor le había bendecido por causa de Jacob. Resultó ser una buena lección. La experiencia es un gran maestro.

Me impresiona el modo en que muchas veces la experiencia nos ayuda a entender versículos de la Biblia. Podemos estar familiarizados intelectualmente con los versículos, pero cuando pasamos a través de alguna nueva experiencia, éstos cobran vida. Parecen sobresalir en luces de neón. Obtenemos una nueva apreciación de ellos.

La esposa de Martín Lutero decía que nunca habría conocido lo que significaban ciertos versículos de los Salmos si Dios no la hubiera hecho pasar por algunas aflicciones.

Cuando Daniel Smith y su esposa eran misioneros en China, una banda de ladrones hicieron un gran orificio a un lado de su casa una noche. Mientras los Smith dormían, los ladrones limpiaron cajones y armarios. Si los misioneros no hubieran dormido tan profundamente, podrían haber sido asesinados. Más tarde, cuando describían el incidente, el señor Smith dijo: “Nunca había entendido Habacuc 3:17-18 hasta aquella mañana. “Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la majada, y no haya vacas en los corrales; con todo, yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salvación”. Esto significa que no puedes entrar plenamente en el gozo que brota de la calamidad de la que habla Habacuc hasta que experimentas la clase de pérdida que él describe.

Cuando Corrie Ten Boom estaba en un campo de concentración, tuvo que comparecer ante el juez. “El juez… todavía tenía trabajo que hacer y llegó un día cuando me mostró algunos papeles que no solamente representaban mi sentencia de muerte sino también la de familiares y amigos.

“¿Puede explicar estos papeles?” preguntó. “No, no puedo”, admití. ¡Repentinamente tomó todos los papeles y los arrojó a la estufa! Cuando vi que las llamas destruían aquellos papeles acusativos supe que había sido guardada por el poder divino y entendí como nunca antes Colosenses 2:14: “Anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz”.

La nueva comprensión que obtenemos de las Sagradas Escrituras por medio de las experiencias de la vida hace que esas experiencias verdaderamente valgan la pena.

Josue G Autor