12 Octubre

“He aquí que todos vosotros encendéis fuego, y os rodeáis de teas; andad a la luz de vuestro fuego, y de las teas que encendisteis. De mi mano os vendrá esto; en dolor seréis sepultados” (Isaías 50:11).

 

Hay una manera correcta e incorrecta de hacer las cosas y esto es especialmente cierto en lo que se refiere a obtener dirección. El texto de hoy describe el modo equivocado. Presenta a un hombre que prepara una hoguera y utiliza el fuego y las teas para iluminar su camino.

Notemos que no se menciona una palabra acerca de consultar al Señor. Nada aquí sugiere que el hombre haya recurrido a la oración. Confía absolutamente en que conoce la mejor manera de hacer las cosas. En su arrogante independencia se apoya en su propio entendimiento. O, como dijo el incrédulo Henley, es el amo de su destino y el capitán de su propia alma.

¡Pero observemos las consecuencias! “De mi mano os vendrá esto; en dolor seréis sepultados”. El hombre que sigue su propia dirección se encamina hacia los problemas. Cualquier testarudo vivirá para lamentarlo. Aprenderá por la experiencia que el camino de Dios es el mejor.

El versículo anterior (v. 10) nos presenta el modo correcto de obtener esta dirección divina: “¿Quién hay entre vosotros que teme a Jehová, y oye a la voz de su siervo? El que anda en tinieblas y carece de luz, confíe en el nombre de Jehová, y apóyese en su Dios”. Notemos tres cosas acerca de este hombre. En primer lugar teme al Señor, en el sentido que no quiere desagradarle o caminar independientemente de Él. Segundo, obedece la voz del Siervo de Dios, el Señor Jesús. Tercero, está dispuesto a admitir que camina en la oscuridad y que no tiene luz. Reconoce que no sabe qué camino tomar.

¿Qué debe hacer tal persona? Debe confiar en el nombre del Señor y apoyarse en su Dios. En otras palabras, debe reconocer su propia ignorancia, pedir al Señor que lo guíe y fiarse por completo de la dirección divina.

Nuestro Dios es un Dios de infinita sabiduría y amor. Sabe qué es lo mejor para nosotros y planea solamente lo que es para nuestro bien.

Él nos conoce, nos ama y nos cuida.
Nada esta verdad podrá oscurecer.
Él hace lo mejor por aquellos
Que le dejan escoger.

Josue G Autor