“Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres” (1 Reyes 19:4b).
“Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres” (1 Reyes 19:4b).
“Mas Jehová estaba con José, y fue varón próspero” (Génesis 39:2).
“Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente” (1 Corintios 2:14).
“Nadie conoce al Hijo, sino el Padre” (Mateo 11:27).
“No lo digo porque tenga escasez…” (Filipenses 4:11).
“Nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor” (2 Corintios 3:18).
“¿Cuál es mayor, el oro o el templo que santifica al oro?” (Mateo 23:17).
“Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros” (1 Samuel 15:22).
“…ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano” (Mateo 18:15b).
“Las riquezas de vanidad disminuirán” (Proverbios 13:11).